¿Quieres conocer una de las estrategias más antiguas para acelerar la quema de grasa?.
Hace millones de años, el hombre de neandertal todos los días debía salir a cazar, pescar, huir de diferentes peligros y otras muchas cosas para su supervivencia. Según los estudios, la gran mayoría de las veces todo esto lo desarrollaba en ayunas, puesto que ese era el objetivo de la caza, saciar la intensa sensación de hambre que sentía. Aunque es cierto que desde entonces hemos evolucionado muchísimo, la realidad nos muestra que no existen grandes diferencias fisiológicas entre aquel hombre del paleolítico y el hombre del siglo XXI.
Este razonamiento ha llevado a algunos especialistas en la materia a la conclusión de que el entrenamiento en ayunas puede poseer grandes beneficios en la aceleración del proceso de quema de grasa, pues físicamente estamos adaptados para poder desarrollarlo. Además, coinciden en afirmar que al realizar ejercicio en ayunas conseguiremos a la larga ser más eficientes a nivel energético ya que con este tipo de entrenamiento se fomenta el consumo de grasa frente al de glucógeno (hidratos de carbono). Con ello conseguiremos también, aumentar la lipólisis (utilización de grasas como energía, es decir quemar más grasa corporal) en el resto de actividades diarias, y lo más importante aún, acostumbraremos al organismo a pedir comida tras el ejercicio y no a comer por comer.
Durante el sueño el organismo utiliza la glucosa para mantener las funciones vitales y las reservas de glucógeno quedan casi agotadas así pues, durante el entrenamiento en ayunas la energía se obtiene a través de la oxidación de los ácidos grasos.
Sin embargo, cuando realizamos entrenamientos “intensos” por encima del 80-85% del VO2max necesitamos un aporte energético instantáneo a través del metabolismo de la glucosa, por lo que, si entrenamos en ayunas por encima de esta intensidad, nuestro rendimiento estará limitado y no solamente no obtendremos ningún beneficio, sino que también será perjudicial para nuestra forma física, por lo que la intensidad de los esfuerzos deberá ser moderada con pequeños picos sin superar como se indica el 85%.
Por estos motivos, un ejemplo de actividades que se pueden realizar en ayunas podría ser una sesión de Ciclo Indoor monitorizada con pulsómetro, a una sesión de Body Pump sin utilizar cargas máximas, realizar un circuito de fuerza y cardio controlando la intensidad, hacer una sesión de entrenamiento acuático, etc.
Si pretendemos utilizar esta estrategia en nuestro entrenamiento tendremos que tener en cuenta algunos aspectos muy importantes:
- Que nuestro médico y entrenador/a estén al tanto del uso de esta estrategia de entrenamiento.
- No padecer ninguna enfermedad grave ni que contraindique esta práctica.
- Es necesario tener un buen estado de forma y no estar en fase de iniciación o ser principiante.
- Adaptarnos gradualmente. Podemos empezar con 30´de ejercicios aeróbico ligero y progresivamente ir aumentando la duración.
- Tener a mano, una barrita o una fruta.
Todos sabemos que cada persona es diferente y cada metabolismo responde de una forma diferente a mismos estímulos. Lo mejor es probar y después decidir si nos resulta rentable. Aquí os dejamos algunas de las muchas referencias bibliográficas que tratan sobre el tema y fundamentan este principio:
– Blom WA, Lluch A, Stafleu A, et al: Effect of a high-protein breakfast on the postprandial ghrelin response Am J Clin Nutr 2006, 83: 211-220.
– Weigle DS, Breen PA, Matthys CC, et al: A high-protein diet induces sustained reductions in appetite, ad libitum caloric intake, and body weight despite compensatory changes in diurnal plasma leptin and ghrelin concentrations. Am J Clin Nutr 2005, 82: 41-48.
– O’Keefe JH, Cordain L: Cardiovascular disease resulting from a diet and lifestyle at odds with our Paleolithic genome: how to become a 21st-century hunter-gatherer. Mayo Clin Proc 2004, 79:101-8.
-Volek JS, Sharman MJ, Gomez AL: Comparison of a very low-carbohydrate and low-fat diet on fasting lipids, LDL subclasses, insulin resistance, and postprandial lipemic responses in overweight women. J Am Coll Nutr 2004, 23: 177-184.
-Fine EJ, Feinman RD. Thermodynamics of weight loss diets. Nutr J 2004, 1: 15.
Voet D, Voet JG, Pratt W: Fundamentals of biochemistry. 3rd ed. New York: John Wiley & Sons; 2004: 457-459.